no te deseo algún mal
pero lo que si puedo desearte
es la cruda y desazonada realidad.
Te deseo pesares mínimos
e inconveniencias minúsculas.
Te deseo valles de verdes opacos
y atardeceres con ventiscas.
Espero encuentres puertas cerradas
por el horario de servicio,
latas golpeadas, leches caducas
y un piso siempre sucio.
Que el tráfico te sea algo habitual
cual gotera sobre tus muebles
Que los sartenes grasientos sean lo normal
detrás de una montaña de pendientes.
Espero y que a pesar de todo
aunque la lucha sea eterna
que no desistas ni un poco,
te deseo sin decoro
una vida moderna.
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