22 sept 2020

Sin nombre

Cuando pienses en mí triste,

mírame herido y frágil,

al punto de quiebre pero empático,

tu enfermedad es mi padecer.


Estaré ahí para cuando sanes,

cuando regreses feliz,

para que me recuerdes con bromas y juegos.


Renaceré por medio de memorias,

cambiante mis disfraces

así como tus humores

una y otra vez, siempre para ti.


Mientras sientas energía infantil

estaré del otro lado de la mesa

tirando de los dados.


Úsame para dialogar de día,

para discutir de noche

y pelear en madrugada.


Cuando la claridad se pierda

puedo ser la estrella en el horizonte

que te cree un referente

sobre los sismos de la tierra.


Úsame, 

pero úsame para bien,

el bien  que no te pude dar en vida

y que ruego por ti desde la muerte.




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