30 nov 2012
Zapatito rojo
Cuando salíamos hacia Morelos, al rancho de sus abuelos, el camino tomaba alrededor de una hora y cuarto. Ahora mismo ignoro las razones por las cuales, por aquella temporada, viajaba tan seguido para aquél lugar.
Estando en el rancho saludaba a todo el mundo, siempre ignorando la cercanía o lejanía familiar respecto a mí tuviesen. Eran gente sencilla y vivían del campo, y con estilos de vida tan diferentes, los temas de conversación se reducían, eso y con cada visita.
A ello, se le fue sumando la desaparición de la emoción por ver los corrales de gallinas, la novedad de ver a los cerdos y cabras en sus familias, los grupos de vacas pastar por los montes a lo lejos, y los perros y gatos en su cacería incesante por ratones interminables. Caminar fue el siguiente movimiento, pero fue la misma historia con las casonas, los cuartos y las bodegas apartadas llenas de antiguos y oxidados objetos.
Lo siguiente fue caminar por los alrededores, pero hacerlo solo era de un considerable peligro. El terreno no estaba del todo labrado, así que la posibilidad del acecho por serpientes de campo era grande, y no habría siempre alguien con las ganas de acompañarme a caminar por dos horas seguidas. Al final, se pararon mis ganas en seco, con la noticia que había gatos de montaña en los terrenos y que algunos habían llegado a matar a parte del ganado.
Con el tiempo, y con permiso de llevarlos, comencé a cargar CDs para escucharlos durante el camino y durante mi estancia allá. Tenía un walkman para poder escucharlos para mí mismo, pero hacerlo desde el auto era lo mejor... de pronto, nacían los bajos de entre los acordes de guitarra, los pequeños y escondidos arreglos y se distintas voces dentro de los coros. Las bocinas a cada extremo del carro, en las puertas, los asientos de atrás y al frente daban una sensación de captura, de envolvimiento en ella.
Cada disco que tenía en aquél entonces, lo llevaba de viaje para allá para re-descubrirlo.
Las canciones en aquél lugar no podían ser interrumpidas por nada, no había carros pasando, ambulancias gente ruidosa, ni hermanos ni madres alrededor. Solo en el aire se encontraba el zumbar de los mosquitos, que parecían volar llevando el ritmo de las guitarras consigo y algún mugido perdido a lo lejos.
Reclinar el asiento, encender el carro en neutral, apagar luces interiores y exteriores y con el álbum dentro, presionar PLAY al radio. Esa era mi rutina, con el último paso repitiéndose al cansancio.
Así, nacieron y renacieron In your Honor, First Impressions of the Earth, You could have it it's so much better, Hotel, discos mezclados y entre otros varios.
Con el tiempo, aquella temporada terminó y mi pasión por los discos se perdió un poco con los viajes para el rancho, sin embargo, aún conservé mi walkman, aunque no tuviese sistema de sonido envolvente. Los años pasaron y nunca volvimos a regresar para allá, al menos no juntos.
Extraño el carro en que solía viajar, y todo lo que viajaba dentro de él. Extraño re-descubrir discos y perderme sin moverme del asiento reclinado del zapato rojo.
14 nov 2012
A sweaty shaky sequence de sentences sobre security
- Seguridad no es tomarse constantemente fotos. Ni colgarlas en todos lados ni el tratar de lucir cada vez más pálido, más combinado, erótico o provocativo en cada una.
- Seguridad no es decir frases propias del corporativismo brillante. No es decirse a uno mismo líder ni el repetir a mismo religiosamente mantras llenos de positivismo.
- Seguridad no es ser un rebelde. No es ir en contra de lo establecido, ser un marginal por decisión propia o de gustos alternativos.
- Seguridad no es tratar de verse más estéticamente bello. Ni adelgazar, ni el vestir, ni el enseñar o hacer masa muscular.
- Seguridad no es hacer todo lo posible. Ni tratar más ni buscar más ni ir por el todo.
- Seguridad no es complicación. No está en el orgullo ni en la superioridad. No es intolerancia ni pretensión.
- Seguridad no es inteligencia. Ni "saber" más, ni escribir y hablar en muchos idiomas.
- Seguridad no es tu estatus social. Ni tu trabajo, cantidad de dinero o tus conexiones en las altas esferas ni tu celular ni tu carrera.
- Seguridad no es algo comprable. No se encuentra en el nuevo App de tu celular ni es una capítulo más en la currícula de tu carrera.
- Seguridad no es matar a Dios. No es cavar una tumba a la superstición usando la frase atea de moda.
- Seguridad es algo abstracto cómo todo lo relacionado a lo espiritual, relativo a la naturaleza humana y por lo tanto, corruptible.
- Seguridad es muchas cosas de las que no estoy seguro, pero de lo que si estoy seguro es de las cosas que no lo son.
13 oct 2012
Complementariedad
Desde el primer momento de conciencia en la niñez, nos miramos al espejo, y es en ese momento en que lo sabemos. Vemos con detenimiento la imagen de nosotros mismos, proyectada en el cristal. Y sabemos que hay algo en esa imagen que está mal. Que hay algo que falta ahí.
La realidad que se observa, es un bosquejo del rompecabezas con el que hemos sido creados, uno armado a partir de piezas al azar de lo que alguna vez seremos, de lo que realmente somos. En este rompecabezas sin terminar se pueden apreciar figuras y siluetas, momentos, actitudes y sentimientos, más nunca se observa una imagen completa.
Nos han dado solo unas cuantas piezas y está en nosotros, en nuestro trabajo, ponerlas en su lugar, así cómo buscar el resto de ellas para completarnos.
Algunas piezas las obtendremos de las personas que encontraremos en nuestro peregrinaje, de las cercanas, de las lejanas o de las menos esperadas. No debemos de menospreciar la fuente de nuestras piezas, sino a las piezas en sí.
Algunas piezas nos costarán esfuerzo y dedicación, serán difíciles de encontrar, de poner en su lugar o de que puedan embonar. Algunas vendrán acompañadas de angustia y lágrimas y les llamaremos cicatrices. Otras, vendrán con orgullo y triunfo, y las consideraremos logros.
Durante nuestro camino tomaremos piezas que creemos nos pertenecen y andaremos unos cuantos pasos con ellas, para al final darnos cuenta que no solo no embonan y nunca lo harán, si no que también son una carga en nuestro andar. Las llamaremos culpas y remordimientos.
Algunos las tirarán, y otros simplemente se acostumbrarán a su peso, sin importar el forzar su encaje dentro de sí mismos o la presión que produzcan en sus espaldas.
Al final del día, quizás nunca terminemos de construir nuestro propio cuadro. Nunca terminaremos de recopilar nuestras piezas y nuestra imagen jamás logrará ser nítida al espejo, pero esa es parte de la magia de la vida.
29 ago 2012
¿Quién vigila a los comediantes?
28 jul 2012
Rosas en el Mar
25 jul 2012
Defectivo
4 jul 2012
Ella se llamaba así
24 jun 2012
La Prom
15 jun 2012
La villa de Dalí
9 jun 2012
Más allá del bien y el mal
Estaba viajando por la ciudad en la parte trasera del auto familiar el otro día, hasta que una luz roja nos paró de golpe.
A nuestro lado, se había detenido también una de esas camionetas gigantes de último modelo y que con solo verlas sabes que no favorecer en nada al medio ambiente. Como sea, esto no me hubiese parecido del todo raro, en el norte del país se acostumbran mucho ese tipo de autos imprácticos para la ciudad, sino hasta que miré más allá de mi ventana hacia el conductor de aquél monstruo.
Era un sujeto que se veía bastante joven como para conducir alguna de esas camionetas, tenía la cabeza afeitada y adornada su oreja con uno de esos pendientes que hicieron famosos los cantantes de música popular. Por lo que alcanzaba a distinguir, llevaba muy seguramente una de esas playeras de impresión estilo de tatuaje que usan ahora los jóvenes... pandilleros o "en onda".
Como verán, no fue muy difícil para mí alucinar sobre que en cualquier momento un comando armado de "los malitos" aparecería a lado de nosotros de sorpresa por causa de aquél sujeto y comenzaría a matar a todos alrededor o simplemente que nos lanzarían una granada encima. Aseguré el cinturón de seguridad a mi pecho y me hundí en el asiento pensando en lo peor.
Pasaron los segundos, dentro de mi sicosis y sin darme cuenta, el semáforo había cambiado ya a verde y el misterioso chico de lado de nosotros arrancó a toda máquina, fue el rugir de la enorme máquina la que me sacó de mi trance. El corazón me volvió al pecho y seguimos nuestro camino.
Pero, esa experiencia me había dejado muchas preguntas, ¿debería de detenerse a cualquier hombre que condujese una camioneta así, solo por el hecho de vestirse de forma popular?, ¿se deben de violar los derechos civiles para salvaguardar la estabilidad social?, ¿hasta qué punto está bien o mal el vigilantismo y la intervención del ejército en las calles?
Cuales quiera que fueran las respuestas, siempre me quedaré con ese extraño sabor de boca de haberme sentido como un paranoico y un racista intolerante.
19 may 2012
Esos momentos del año en que...
-Esos esperanzados días del año en que estás lleno de optimismo y aún tu "lista" no está en la basura.
-Esos impotentes días del año en que te das cuenta que tus horas están contadas.
-Esos jodidos días del año en que todo se viste del mes del amor.
-Esos engorrosos días del año en que tienes que guardar toda la ropa y colchas de frío porque cada vez estás sudando más de camino a la escuela.
-Esos desanimados días del año en que te das cuenta que has olvidado por completo la "lista".
-Esos incómodos momentos del año en que suben los precios de toda la comida chatarra y terminas hablando de "que en tus tiempos con 5 pesos tenías lo suficiente para una comida balanceada".
-Esos desagradables momentos del año en que aún tienes que bañarte con agua caliente porque tu cuerpo está aún acostumbrado, a pesar de que allá afuera está a 35°C.
-Esos iluminados días del año en que te das cuenta el porqué has estado haciendo las cosas del modo en que las has estado haciendo durante toda la vida.
-Esos cansados momentos del año en que te levantas por culpa del sol, a través de la ventana, cortesía del cambio de horario.
-Esos austeros días del año en que lo único que hay para comer es capirotada y nopalitos.
-Esos indigeribles días del año en que todo el mundo usa frases más sobadas que la fregada para rendir tributo a sus madres.
-Esos fanáticos días del año en que sujetos salen a la calle vestidos en las playeras de sus equipos.
-Esos aguados momentos del año en que los días son tan calurosos que no se puede salir de casa.
-Esos extraños momentos del año en que pasan películas de navidad en verano.
-Esos deprimentes días del año en que te das cuenta que el semestre se está acabando y no cumpliste nada de lo que te propusiste.
-Esos extensos días del año en los que toca hacer limpieza de toda la casa.
-Esos normales días del año cuya única función es servir de transición entre otros días del año.
-Esos propagandísticos días del año en que todo está a mitad de precio a causa del día de celebración en turno.
-Esos vagos momentos del año en que te das cuenta que no has hecho nada que sea lo suficientemente grande como para que lo recuerdes por el resto de tu vida.
-Esos desesperantes días del año en que no tienes nada que hacer por la tarde y no hay nada bueno en televisión.
-Esos insufribles días del año en que hay que desempolvar la ropa y colchas de frío.
-Esos patrióticos días del año en los que no hay clases.
-Esos inadaptados días del año en los que aún te bañas con agua fría a pesar de que la temperatura allá afuera sea de 10°C.
-Esos confusos días del año en los que la línea entre halloween-díademuertos-navidad se hace cada vez más difícil de encontrar.
-Esos oscuros días del año en los que hay mucho que comer y muy poco tiempo.
-Esos esperanzadores días del año en los que la bondad del hombre parece emerger de entre todo lo malo del mundo.
-Esos grises días del año en los que te das cuenta que las fiestas de invierno cada vez más pierden el sentido.
-Esos días del año en los que miras hacia atrás y te das cuenta que fue un buen año.
17 may 2012
Y luego
Ella era delgada de piel morena, de alrededor de un metro sesenta, de cabellos oscuros, largos y liso; el centro de su rostro giraba en torno de su nariz triangular. No estaba inscrita en la misma carrera que yo, sin embargo seguimos frecuentándonos durante la semana y días que duraron las pláticas.
Para ella, a modo de experimento, le conté lo que para ese entonces se convirtió en una de mis tantas versiones de mi vida. No sé si lo hice pensando en que no la volvería a ver, o si solo era porque me quería hacer el interesante.
Por alguna razón la platica con ella siempre terminaba cayendo en películas de bajo presupuesto, música antigua y en que me pidiera que dibujase algo en mi libreta. El dibujo del que tengo más en memoria, si no es que es el único que recuerdo bien, es el que me pidió de una paloma. Para su gusto la había hecho muy gorda, pero al mismo tiempo le gustaba eso. Decía que era porque lucía frondosa. Yo la había hecho teniendo en mente los palomos, de los Animaniacs.
Al final de los cursos, hubo unos días de descanso, antes del inicio real del primer semestre de escuela. En ese tiempo me agregó en facebook y seguimos las platicas (monólogos) sobre drogas y sobre miles de amigos adultos con vidas sacadas de libros de Paulo Coelho.
Un día de esos, platicando en línea, le da la novedad de vernos en algún punto del centro a comer y...
El primer Halloween que pasé en la facultad me animé por ir vestido. El traje de elección fue ir de Mr Bean. Fue un buen día, y desde entonces he procurado celebrarlo de alguna manera o mínimo tener algo extravagante por ahí para ir vestido a la escuela.
En el segundo Día de Brujas, por azares del destino terminé siendo un investigador privado. Ataviado en una gabardina negra y el resto de ropa de vestir, coronándolas con un semblante arrogante, postura encorvada y manos siempre en los bolsillos. Como dato curioso, llevaba puesta la misma corbata roja que había usado el año pasado.
En fin. Que el día siguió y mis compañeros se encontraron a demás personas vestidas para la ocasión que casualmente conocían. Fue agradable ver a un Maestro pokémon, Terminator, Scorpion y Sub-Zero bien logrados. Mas sin embargo, no les conocía, así que me puse en mi, aquel entonces, pequeña lap azul a escuchar música.
En esas me encontraba, cuando se me acerca una chica y me pregunta que estoy escuchando. Dejo de lado el monitor y la veo. Era de piel pálida, cabellera oscura y corta. Sus ojos profundos, supuse que era la ilusión creada por el maquillaje, pero más tarde me di cuenta que no era así.
MJ - No sé, tu escoge. -Mientras le acerco la pequeña portátil para que viera la lista de reproducción.
Comenzó "Rock you like a hurricane" y ambos iniciamos a tararearla. Nos presentamos. Ella estaba vestida de Alicia, de Alicia en el País de las Maravillas. Así platicamos mientras nuestros amigos en común seguían hablando de cuanto tiempo tenían de no verse. Quizás también ella se sentía un tanto lejana a la conversación principal de la mesa.
Siguió anocheciendo y seguimos conociéndonos. Nos tomamos fotos en grupo todos los presentes en la mesa. Ya de lado, Alicia y yo acordamos vernos algún día de estos fuera de clases y...
La verdad no me agrada tener la visita de amigas de mis primas a la casa... o de casi cualquier persona. Pero especialmente son las amigas de mis primas las que me sacan de mi sitio de confort, sin embargo, ya no podía hacer nada al respecto, se me habían acabado las maniobras evasivas y ya era la hora de la comida. Ella también venía incluida.
Ya en la mesa del comedor todos nos dispusimos a comer. La platica estuvo bien, traté de no participar mucho o solo lo suficiente. Simplemente no pude contenerme. Se presentaron demasiadas oportunidades para hacer chistes que las tuve que aprovechar. En fin.
Por lo menos se terminó esta tortura junto con la comida, o al menos eso pensé al momento de haber vaciado mi plato por tercera vez, pero mi madre ya tenía planes para mí y para bajar la comida.
Barrer los pisos de la cocina, comedor y sala la mayoría del tiempo no me es problema. Me es problema cuando también, por razones de más allá de mi intender, mis primas y sus amigas les da por estudiar en el exacto mismo lugar, al exacto mismo tiempo.
Me tragué mi dignidad. Vestido en shorts, playera blanca de mi antigua preparatoria y peinado de media noche y comencé a barrer, llevando la lap de lugar en lugar al que iba pasando la escoba, la cual amenizaba con música ochentera. Habían pasado ya "Africa", "You spin me right 'round", "Down Under", entre otras. Veía como cada vez más captaba su atención cuando:
C - ¿Es Depeche Mode?
MJ - Si, se llama "Enjoy the silence", ¿te gusta la música antigua?
C - Si, me agrada mucho.
MJ - Menos mal, porque les seguiré molestando con lo mejor de los ochentas.
C - Claro, ¿por qué no?
Al menos eso liberó algo de mi tensión. Terminé de barrer, ellas de estudiar y ya fue hora de que se despidiera.
Pasan los días, y ya olvidado el incidente:
F - "Tienes una invitación de amistad de C".
MJ - ... raro.
Así comenzamos a platicar cada en cuanto ella se ponía en línea. Sus estudios la mantenían la mayoría del tiempo offline, pero en cuanto podía conectarse, me lo hacía saber a través de mensaje de texto.
De vez en cuando salía a tema el incidente de la escoba, hasta que en una de esas sesiones me preguntó que si un día podíamos vernos en alguna parte y...
3 may 2012
Donde sea que sople el viento...
18 abr 2012
Carta corta al consumismo
1 abr 2012
Choque de Titanes
La mitad de mi familia por parte de mi madre se han pasado del catolicismo al cristianismo.
MJ - Tía, ¿qué son esas imágenes paganas de hombres cuyas personas que les idolatran las hacen pasar por santos? ¿qué son esas ceremonias ancestrales ministrados por hombres de ropas arcaicas e inciensos rituales?
Tía - ¡Son pura perdición, pura idolatría! ¡No les hagas caso!
A lo que queda de mi familia les ha llegado el mensaje y les ha dado por ir cada domingo a uno de los muchos templos cristianos que, de un tiempo para acá, han estado proliferando por toda la ciudad alzándose en, desde casas populares hasta grandes edificios erigidos particularmente para rendir culto. Ya he ido un par de veces, es divertido y ciertamente no es como la misa católica. Hay veces que pareciera que lo único que falta es el coro de afroamericanos corpulentos cantando de manera celestial.
Esta vez me desperté temprano, solo para recordarle a mi madre que no iría esta vez al templo. Ella dijo que sí, pero a cambio me dio un par de deberes por hacer mientras no estuvieran. Mi hermano por supuesto que fue, el conoció a una chica atractiva.
Ya entrando la tarde, fue que regresaron a casa y nos sentamos a la mesa a comer. Comenzamos a platicar un poco:
M - El pastor preguntó por ti...
MJ - [...] ¿Y qué le dijiste?
MJ - ¿Por qué le dijiste al padre qu... ? [...] No importa. Supongo que la honestidad es la mejor política.
M - Pastor.
H - ¡Si! Y arderás en las llamas del infierno por tu desobediencia.
MJ - Bueno, al menos les habré dejado el baño limpio...
M - Mm...
25 mar 2012
Débil
MJ - Mm... -Tomé la chica con mis brazos por sobre sus hombros y...-
16 mar 2012
Azulejos
Abuelita vivía en una casa grande, de esas de las de antes, que la hacía ver aún más solitaria. Tenía muchos cuartos, ventanas enormes, pasillos largos, frente de ladrillos color marrón, un tragaluz central y claro, su enorme patio trasero. Era el lugar perfecto para correr y había muchos lugares para esconderse cuando estaban mis primos y nos tocaba jugar. Y para cuando estaba solo, que era en la mayoría de las veces, la estrella principal del patio, entre las matas, árboles de fruta y arreglos de jardín, era la gran jaula de pájaros que tenía.
13 mar 2012
Sobre un tipo llamado Javier
- Al chicle!
- Nos vemos el dormingo!
- Oki doki
Todas siempre coronadas con su respectivo "viejo" al final.
J - Ser intrépido. -Desaparece ese Javi que, quizás, jamás volveré a ver. Si ya decía yo...- Lo he sido desde que era un nicho. Ya sabes, un niño super inquieto que le encantaban las travesuras. Vivía de caídas y raspones, de árbol en árbol.